miércoles, 03 de enero de 2007 12:06:44

 

ACTUAL

  PÁGINAS ANTERIORES  

DICIEMBRE 2006

NOVIEMBRE 2006

AGOSTO 2006

JULIO 2006

JUNIO 2006

MAYO 2006

ABRIL 2006

MARZO 2006

FEBRERO 2006

ENERO 2006

DICIEMBRE 2005

NOVIEMBRE 2005

OCTUBRE 2005

SETIEMBRE 2005

AGOSTO 2005

JULIO 2005

JUNIO 2005

MAYO 2005

 

ACTUALIDAD

Enero de 2007.
ACTUALIDAD (03-01-2007)
Por Laura Rocha-De la Redacción de LA NACIÓN
Cómo el cambio climático está afectando a la Argentina
Inviernos más cálidos y lluvias y granizadas muy intensas
"El 2006 es una buena muestra de lo que será el clima en los próximos 10 a 20 años. Habrá inviernos más cálidos y tormentas severas todo el año." La afirmación puede amedrentar si se tiene en cuenta que en el año que acaba de terminar se produjeron dos fuertes tormentas de granizo, aumentó la humedad en el ambiente y se registraron lluvias más intensas y frecuentes que en otras épocas.
 
Esta es la evaluación que hace Vicente Barros, superior del Conicet y miembro del Centro de Investigación del Mar y la Atmósfera (CIMA), que explica que el efecto más adverso ocurrido en la región de la Cuenca del Plata es la mayor frecuencia y severidad en las inundaciones, tanto en los valles fluviales como en áreas urbanas o en áreas de llanura.
 
"El costo ocasionado por estas nuevas condiciones climáticas es extremadamente alto. Como ejemplo, si se consideran las pérdidas como porcentaje del producto bruto interno (PBI), la Argentina resulta uno de los 14 países más afectados por las inundaciones, con pérdidas estimadas en más del 1,1 por ciento de su PBI", según cifras del Banco Mundial publicadas en El cambio climático en la Cuenca del Plata , uno de cuyos autores es Barros.
 
"Hasta hoy, las lluvias aumentaron entre el 10 y el 15 por ciento. Hacia el futuro se está previendo un fuerte calentamiento en la Cuenca del Plata, que puede provocar un cambio en los caudales de los ríos", agregó el científico.
 
Incremento de lluvias
Con su visión coincide Osvaldo Canziani, copresidente del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de las Naciones Unidas: "Se ha observado en los últimos años un incremento notable de las precipitaciones, tanto en intensidad como en frecuencia". Y puso como ejemplo la ciudad de Dolores, en la provincia de Buenos Aires, en donde las marcas superaron este año los 300 milímetros de agua caída en un día. En la ciudad de Buenos Aires, la última noche de abril la marca llegó a los 330 milímetros, según los registros.
 
"Hubo también un aumento enorme de la humedad en el aire, que está siendo analizado para el IPCC. Y ha hecho que cayera pedrisco en la ciudad de Buenos Aires", dijo Canziani.
 
Es que 2006 será recordado como el año en el que dos breves y destructivas granizadas cambiaron el humor y la economía de miles de personas, en la Capital y en Rosario, donde el inusitado fenómeno meteorológico causó muertes y daños millonarios.
 
Buenos Aires y Rosario, con casi cuatro meses de diferencia, tuvieron cada una su miércoles de granizo, el 26 de julio y el 15 de noviembre, respectivamente, cuando sufrieron la destrucción de miles de autos, casas y hasta de varios aviones por piedras de hielo del tamaño de pelotas de golf.
 
"El aire húmedo se condensa en nubes. Hay una enorme cantidad de vapor de agua. Para que se produzca granizo el período de acumulación debe ser de más de una semana. Si la masa nubosa excede los -33°C, se generan las masas de hielo", explicó Canziani.
 
Una propiedad común de los trozos de granizo es que el hielo que lo constituye no es uniforme. Es decir, casi todas las partículas están formadas por capas de hielo transparente y opaco. Para formar una piedra de granizo de tres centímetros de diámetro deben acumularse unos 10.000 millones de gotitas.
 
Pero no sólo la mayor intensidad de las lluvias y su frecuencia son consecuencias del cambio climático. "Como consecuencia de la expansión térmica de los océanos y, en menor medida, por el deshielo de los glaciares y mantos continentales de hielo, se estima que aumentará el nivel medio del mar, que hacia 2100 estaría en alrededor de 60 centímetros por encima de su nivel actual", agregó Barros.
 
Según el especialista, "este efecto global se sentirá con pocas variantes en todas las costas del planeta, pero se pueden anticipar problemas severos en aquellas relativamente bajas, como es el caso de los deltas y costas de estuarios y en los estados insulares del Caribe y la Polinesia, causando grandes pérdidas socioeconómicas y migraciones".
 
Barros explicó que si hoy la humanidad dejara de emitir a la atmósfera los gases de efecto invernadero, producidos en su mayoría por la quema de combustibles fósiles -lo que es imposible-, hacia 2040 las temperaturas promedio estarían 1° por encima.
 
"Durante el siglo XX el mundo se calentó 0,7°. Del compromiso planetario para revertir esta situación depende el cambio", concluyó Barros.
 
Por Laura Rocha
De la Redacción de LA NACIÓN
Ir a Inicio de Página ...
 
La Voz de San Carlos

www.lavozdesancarlos.com.ar

Copyright © 2005 La Voz de San Carlos Todos los derechos reservados.