ACTUALIDAD |
- ACTUALIDAD
(26-01-2007)
- Fuente: Graciela Maubé de Grisolía La
Opinión de Rafaela
- Acuífero Puelche: el
problema invisible
- Como tantos habitantes de este país, más de uno, no sabe
aún de la existencia de esta gran reserva natural de agua que
poseemos los argentinos bajo nuestros pies.
-
- El acuífero Puelche representa la gran reserva de agua
potable de la Argentina. Da de beber a buena parte de nuestro
mayor conglomerado urbano, provee a muchas industrias y riega la
mayor porción de la zona que genera casi todo el producto
agrícola del país.
-
- Este acuífero alberga 300 billones de litros de un fluido
que, a las puertas de este siglo XXI y en mundo cada vez más
sediento, se considera "el oro dulce"; me estoy
refiriendo precisamente al agua. Se considera que, si se
decidiera repartir el Puelche entre los 6.000 millones de
humanos que existen, corresponderían 200 mil litros por
persona. Esto nos da la idea de que somos dueños de una de las
mayores reservas mundiales del principal insumo químico de la
biosfera. Pero lamentablemente lo estamos maltratando al ignorar
su alto valor natural, sanitario y económico.
-
- El Puelche se formó en la llanura Chacopampeana durante el
terciario y cuaternario. Consta de arenas llenas de agua dulce a
una profundidad de entre 15 y 20 metros según el sitio de la
llanura, ocupando una superficie de 230.000 kilómetros
cuadrados del noroccidente bonaerense y el sudoccidente
santafesino.
-
- El Puelche es único, ya que de todos los acuíferos
existentes en la zona, es el único que posee agua potable.
Contaminada durante varias décadas, el agua subterránea del
Puelche, ahora está casi pegada a la suela de los zapatos de
los habitantes de Buenos Aires, de modo que cuando llueve más
de 15 o 20 milímetros, la napa aflora libremente por la calle
en forma de inundación y 60 u 80 años de contaminación
química almacenada en el subsuelo irrumpen de regreso al
ecosistema humano.
-
- Fertilizantes usados masivamente en los campos, efluentes
cloacales, contaminación química y metales pesados, están
destruyendo, especialmente en las zonas urbanas, este recurso
natural tan poco notable como imprescindible y al que ya le
hemos causado daños irreparables. Quizás porque está fuera de
nuestra vista, a metros de profundidad, no le asignamos la
importancia que puede llegar a tener para nuestra supervivencia.
-
|
|