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- ACTUALIDAD
(14-03-2007)
- Fuente: Agrodiario
- BIOCOMBUSTIBLES: GRAVE
AMENAZA DISFRAZADA DE VERDE
- El uso de los biocombustibles no sólo no soluciona el
problema del cambio climático, sino que a la vez agravará
otros igualmente serios.
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- Campos para producir
alimentos o combustibles.
- Centenas de millones de hectáreas de tierras fértiles se
concentrarán bajo el poder de grandes transnacionales y
pasarán, de producir alimentos, a producir combustibles, en un
mundo donde el hambre y la desnutrición son ya problemas
gravísimos.
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- La sustitución de los combustibles fósiles por
biocombustibles (elaborados a partir de biomasa vegetal) puede
parecer un paso en la dirección correcta para evitar el
agravamiento del cambio climático. Sin embargo, los planes
previstos para su producción y uso no sólo no solucionan ese
grave problema sino que agravan muchos otros.
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- Los biocombustibles que se plantea adoptar son el biodiesel
(obtenido de plantas oleaginosas) y el etanol (que se obtiene de
la fermentación de la celulosa contenida en los vegetales).
Entre los muchos cultivos posibles para ese fin, se destacan la
soja, el maíz, la colza, el maní, el girasol, la palma
aceitera, la caña de azúcar, el álamo, el eucalipto.
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- Dado que los grandes consumidores del Norte no se plantean
seriamente reducir su consumo desmedido de combustibles y que en
la mayoría de los casos no disponen de tierras agrícolas
suficientes para autoabastecerse de materia prima para producir
sus propios biocombustibles, sus gobiernos y empresas planean
promover cultivos para biodiesel y etanol fundamentalmente en
los países del Sur.
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- Es importante resaltar que en las áreas boscosas del Sur, tal
política no implicará ningún cambio en materia de
explotación petrolera o gasífera, que no solo continuará sino
que se seguirá ampliando, puesto que los combustibles fósiles
seguirán siendo el principal componente de la matriz
energética de los países del Norte. Sin embargo, el negocio de
los biocombustibles agregará nuevos impactos a los ya
existentes en los bosques.
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- Como prueba de lo anterior alcanza con mencionar la soja y la
palma aceitera, que aparecen como las principales candidatas
para la producción de biodiesel a gran escala.
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- La primera se ha constituido en la principal causa de
deforestación en la Amazonía brasileña y en Paraguay, aun
antes de que se la haya comenzado a producir con fines
energéticos. La segunda es también la principal causa de
deforestación en Indonesia y está impactando en bosques de
muchos otros países de África, Asia y América Latina.
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- Por otro lado, ya se está comenzando a desarrollar
tecnologías para convertir la madera en etanol (con el uso de
organismos genéticamente modificados), por lo que la industria
de los biocombustibles impulsará una expansión aún mayor de
los monocultivos de árboles de rápido crecimiento, tanto en
áreas boscosas - aumentando así la deforestación -como sobre
suelos de pradera.
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- Tanto la deforestación como el cambio en el uso de suelos de
pradera implican la liberación del carbono allí almacenado. A
ello se agregan las emisiones resultantes del cultivo,
procesamiento y transporte de los propios biocombustibles,
realizados en gran medida en base a petróleo y otros elementos
que emiten gases de efecto invernadero: la producción de la
maquinaria utilizada, el combustible empleado para su
funcionamiento, la producción y uso de fertilizantes químicos
y de agrotóxicos, los camiones y barcos para el transporte a
destino, etc.
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- Es decir, que el balance neto de carbono en las áreas
destinadas a la producción de biocombustibles puede ser hasta
negativo, aumentando así la concentración de gases de efecto
invernadero en la atmósfera, que es precisamente lo que se
pretendía evitar con este cambio.
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- En definitiva, el uso de los biocombustibles no sólo no
soluciona el problema del cambio climático, sino que a la vez
significa el agravamiento de otros problemas igualmente serios.
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- En efecto, decenas o centenas de millones de hectáreas de
tierras fértiles se concentrarán bajo el poder de grandes
transnacionales y pasarán, de producir alimentos, a producir
combustibles -en un mundo donde el hambre y la desnutrición son
ya problemas gravísimos. En el mismo proceso expulsarán a
millones de productores rurales y pequeños campesinos, que en
su mayoría deberán emigrar a los cinturones de miseria de las
grandes ciudades.
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- Los bosques dejarán de asegurar el sustento de millones de
personas que de ellos dependen para ser sustituidos por soja,
palma aceitera u otros cultivos energéticos. El agua se
contaminará (por el uso de agroquímicos) o desaparecerá (por
la plantación de árboles de rápido crecimiento), la fauna
local se verá gravemente afectada por enormes desiertos verdes
que no les proporcionarán alimentos, la flora nativa será
eliminada y sustituida por extensos monocultivos y muchas
especies locales serán contaminadas por los organismos
genéticamente modificados utilizados en dichos monocultivos, en
tanto que los suelos se degradarán por el monocultivo y el uso
de agroquímicos.
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- Resulta por tanto
evidente que ésta no es una buena solución ni para la gente ni
para el ambiente.
- Sin embargo, es una excelente oportunidad de negocios para
grandes empresas que operan a nivel nacional y en particular
para las grandes transnacionales. Entre ellas se cuentan las
vinculadas a la producción y comercialización de productos
agrícolas de exportación, las industrias biotecnológica y
química (que aumentarán sus ventas de material transgénico e
insumos agrícolas), la industria automotriz (que podrá seguir
creciendo bajo un manto "verde"), las nuevas empresas
surgidas en la ola de los biocombustibles y las propias empresas
petroleras, que ya se están incorporando a este nuevo y
lucrativo negocio.
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- Es por ello que tantos gobiernos, organismos de asistencia,
agencias bilaterales, organismos multilaterales y expertos
internacionales están involucrados en la promoción de esta
absurda solución: para servir los intereses de esos poderosos
grupos económicos, que son quienes dictan las políticas
globales en su propio beneficio.
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- Cabe aclarar finalmente,
que los biocombustibles en sí no son el problema.
- Es más, dentro de un enfoque social y ambientalmente adecuado
pueden servir para satisfacer parte de las necesidades
energéticas de nuestros países y en particular de las
comunidades locales. El problema central es el modelo en el que
se los pretende implementar, caracterizado por la gran escala,
el monocultivo, el uso masivo de insumos externos, la
utilización de transgénicos, la mecanización y su
exportación para alimentar el consumo desmedido de energía que
se realiza en el Norte.
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- Se hace por tanto imperioso enfrentar esta nueva amenaza que
se cierne sobre los pueblos y ecosistemas del Sur e incorporar
el tema de los biocombustibles a la lucha por la defensa de los
bosques y la biodiversidad, contra el avance de los monocultivos
y los transgénicos, por la soberanía alimentaria y por el
derecho de los pueblos a decidir sus propios destinos.
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- Biocombustibles en gran escala: buenos para el poder, malos
para la gente y el clima
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- Las modalidades de consumo y producción de biocombustibles ya
están teniendo impactos negativos sobre la seguridad
alimentaria, el sustento rural, los bosques y otros ecosistemas.
Todo indica que tales impactos se acumularán rápidamente. La
producción de biocombustibles en gran escala y dirigida a la
exportación requiere extensos monocultivos de árboles, de
caña de azúcar, de maíz, de palma aceitera y de soja, entre
otros. Estos monocultivos ya son la primera causa de
despoblamiento rural y deforestación en todo el mundo.
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- Además, se ha rebatido la alegada "neutralidad de
carbono" del biodiesel pues no tiene en cuenta, por
ejemplo, cómo se establecen las plantaciones de palma aceitera.
Cálculos realistas demuestran que la producción de
biocombustibles a partir de cultivos energéticos gasta más
energía (en forma de combustibles fósiles) que la que
proporciona y que los biocombustibles no reducen sustancialmente
las emisiones de gases de efecto invernadero cuando se tienen en
cuenta todos los factores. Por otro lado, para establecer las
plantaciones de palma aceitera se están eliminando bosques
tropicales y bosques de pantanos y turberas, que constituyen
importantes sumideros de carbono.
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- No obstante, la Unión Europea promueve los biocombustibles
como fuente de energía del transporte y se ha fijado para 2010
el objetivo de aumentar su uso al 5,7% del total de la energía
utilizada en transporte. La Comisión Europea está presionando
a los Estados miembros a cumplir sus compromisos en virtud de la
Directiva sobre los biocombustibles de 2003.
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- En la reunión del Consejo de Agricultura realizada el 20 de
febrero de 2006 hubo un primer debate político sobre la
estrategia de los biocombustibles y el plan europeo de acción
sobre la biomasa. Para estos países la ventaja es que el precio
de producción de biocombustibles como el bioetanol y el
biodiesel es menor que el del petróleo. Otro beneficio para los
agricultores europeos es que la producción nacional de
biocombustibles podría proporcionar nuevos ingresos y
oportunidades de empleo tras la reforma de la política
agrícola común (PAC).
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- En Europa, el biodiesel se usa en Alemania, Francia y Austria
en distinta medida. En Alemania hay más de mil estaciones de
servicio que venden biodiesel. La primera vio-refinería alemana
se construirá en Emden con financiación de una asociación
holandesa. El objetivo de la fábrica es convertir 430.000
toneladas de aceite de palma, probablemente de origen indonesio,
en más de 400 millones de litros de biodiesel anuales.
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- En los Países Bajos la demanda de aceite de palma crudo para
generación de electricidad aumentó este año 400.000
toneladas, de las cuales se importarán 250.000 toneladas.
Según se informa, la compañía de energía eléctrica BIOX Bb.
piensa construir cuatro nuevos generadores a aceite de palma. La
empresa pretende vender esta electricidad a base de aceite de
palma a varios países de la Unión Europea.
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- En Estados Unidos los biocombustibles son bien recibidos en
tanto forma de ayudar al país a ir cortando su dependencia del
petróleo extranjero. Estos biocombustibles combinan el
patriotismo con el interés económico propio: a los
agricultores les encantan porque el biodiesel y el etanol se
producen a partir de bienes de consumo agrícolas y así
colaboran con el aumento de los precios en origen; y a los
senadores republicanos les encantan porque los subsidios
impositivos federales mantienen contentos a sus votantes
agricultores.
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- En el otro extremo, en los países del Sur, la producción de
cultivos para biocombustible ya está ocasionando importantes
impactos ambientales y sociales, que se agravarán en caso de
que la ofensiva del Norte en pro de nuevas fuentes de energía
gane terreno. Una alianza de ONG de derechos humanos y de medio
ambiente está en campaña contra el uso por parte de los
países europeos de combustibles producidos a partir de palma
aceitera a expensas de los ecosistemas forestales.
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- En una declaración formulada en abril de este año contra el
"diesel de la deforestación", más de treinta grupos
alemanes, austriacos y suizos advierten que un auge del
biodiesel derivado del aceite de palma no haría más que
repetir el patrón de destrucción de los bosques que el rápido
crecimiento de la industria de la pulpa y el papel en Indonesia
trajo consigo.
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- Para estos grupos, lo que se necesita es un cambio fundamental
en nuestra aproximación al consumo de energía en lugar de
simplemente sustituir el petróleo por biocombustibles. Esto
implica la promoción del transporte público en lugar de autos
particulares y tránsito aéreo, más medidas de conservación
de energía y más fuentes de energía renovables como la luz
solar y el viento.
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- Los grupos exhortan a la aplicación de criterios estrictos
con relación a las materias primas del biocombustible, por
ejemplo: no a la conversión de bosques primarios a
plantaciones; no a las violaciones de los derechos humanos y a
las operaciones policiales o militares; no a la quema de bosques
para establecer plantaciones; no a la certificación de
plantaciones de palma aceitera, puesto que un monocultivo de
palma aceitera no puede hacerse en forma ecológica-mente
sustentable y en general provoca más problemas que beneficios
duraderos para la gente local; sí a la promoción de la
agricultura orgánica sin uso de fertilizantes artificiales ni
toxinas agrícolas; sí a la promoción de los pequeños
establecimientos rurales en los países productores.
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- La declaración llama también a que se respeten los derechos
territoriales y consuetudinarios y al pleno cumplimiento de los
acuerdos internacionales ratificados relativos a pueblos
indígenas, biodiversidad, derechos de los trabajadores, etc.,
en los países que producen cultivos para biocombustible.
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- Además, otras ONG, organizaciones de Pueblos Indígenas y
movimientos de agricultores exhortaron a las Partes del Convenio
Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático,
reunidas para su 12ª Conferencia de las Partes en Nairobi entre
el 6 y el 17 de noviembre de 2006, a suspender inmediatamente
todos los subsidios y otras formas de apoyo desigual a la
importación y exportación de biocombustibles.
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- Dichas organizaciones declararon que "No hay nada verde
ni sustentable en el biocombustible importado. En lugar de
destruir las tierras y el sustento de comunidades locales y
Pueblos Indígenas del Sur mediante otra forma más de
colonialismo, exhortamos a los países del Norte a reconocer su
responsabilidad en la destrucción del sistema climático del
planeta, reducir su consumo de energía hasta alcanzar niveles
sustentables, pagar la deuda climática que han ocasionado al no
haber hecho lo anterior hasta el momento y aumentar
sustancialmente la inversión en energía solar y en energía
eólica sustentable".
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