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ACTUALIDAD (01-04-2007)

CALLES Y VIVIENDAS ANEGADAS DIERON TRISTE IMAGEN A NUESTRA CIUDAD

(Omitimos las imágenes en consideración a que el mundo pudo observar las consecuencias del fenómeno en la zona Centro-Sud de la provincia de Santa Fe a través de los medios televisivos)

Nuevamente parte de la población sancarlina volvió a sufrir las consecuencias de precipitaciones pluviales copiosas, aunque por suerte no hubo fuertes vientos ni granizo que pudieron traer aparejados daños de más importancia.

 

No obstante, la cantidad de agua caída fue suficiente para anegar las zonas que sufren permanentemente los avances de las aguas que provienen de otros sectores, involucrando a barrios que hace mucho tiempo vienen sufriendo anegamientos en los domicilios, con las consecuencias que esta situación implica, destruyendo muebles y artefactos en hogares que habitan personas de recursos limitados, tornando aún más triste la situación.

 

Pocas zonas de la ciudad, de San Carlos Sud y de San Carlos Norte resultaron indemnes a los avances de las aguas que provenían de la propia precipitación pluvial que alcanzó niveles nunca antes registrados en tan sólo cuatro días y de las provenientes de jurisdicciones situadas al Norte y Oeste de la región, ante el natural desplazamiento de la masa hídrica en la dirección contraria propia de este hemisferio del planeta, que siempre tiende a dirigirse con la orientación Sudeste.

 

Entonces también fuimos testigos además, del ingreso del líquido elemento a lugares destinados a la elaboración de productos por parte de empresas pequeñas y medianas, a locales comerciales, a los accesos de otros establecimientos que les impidieron desarrollar su actividad normal, perdiéndose ventas de artículos ajenos a los destinados a la alimentación, constituyendo ingentes pérdidas de materiales, maquinarias, elementos, mercaderías y de recursos normales, causando un deterioro de singular importancia en la economía de la región.

 

Esta situación también provocó la evacuación de algunos vecinos y sus familiares en lugares preparados transitoriamente para ello, habiéndose delegado la responsabilidad de la atención de los mayoría de los evacuados en los integrantes de Cáritas, en una forma de reconocimiento a la labor que desarrollan permanentemente en su misión de aliviar el dolor y los problemas de los más necesitados.

 

Un capítulo muy importante de esta historia lleva el nombre del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de San Carlos y su verdadero apostolado en el auxilio de personas y de bienes y la participación de la totalidad de sus miembros, muchos de los cuales han pasado jornadas completas sin poder conciliar el sueño ni dar lugar a su descanso.