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ACTUALIDAD (04-05-2007)

Fuente: Juan Ignacio Novak - El Litoral

Emprendimiento en San Carlos Centro

Producir, enseñar y proteger

Son las pretensiones de un proyecto que se destinará a la elaboración de queso en base a leche ovina, con pasturas asociadas al algarrobo. Cuenta con un fuerte apoyo de la Municipalidad. La idea es integrarlo al circuito turístico local, con especial dedicación a niños y jóvenes.

 

La vocación emprendedora es fácilmente palpable en varios puntos del interior de la provincia. Y San Carlos Centro está entre ellos. Un ejemplo concreto es un proyecto que consistirá en la producción de queso en base a leche ovina, con la incorporación de pasturas asociadas al algarrobo, que una vez puesto en marcha sería integrado al circuito turístico sancarlino.

 

Esta iniciativa es desarrollada por la empresa del médico veterinario Carlos Sola, que se encuentra enclavada a poca distancia del casco urbano sancarlino. De hecho, la producción de los quesos será organizada en un predio de unas cinco hectáreas, lindante con la planta de producción.

 

Actualmente en una fase inicial, el emprendimiento encuentra su origen a partir de la relación de Sola con la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNL, que acredita amplia experiencia en el procesamiento de la leche ovina.

 

A partir de ahí, la iniciativa tuvo eco en la Municipalidad de San Carlos -que a través de la gestión del intendente Jorge Placenzotti brindó el apoyo que la tornó factible- y surgió la idea de integrar al algarrobo, teniendo en cuenta la simbiosis que existe entre las pasturas consumidas por la oveja y esa especie arbórea. De esta forma se vincula con un proyecto que apunta al mantenimiento de la riqueza del monte nativo, generado en el Jardín Botánico Municipal.

 

Los plantines, que ya fueron traslados a la fábrica, serían colocados en su disposición definitiva para julio o agosto, y las primeras ovejas se empezarían a criar y a entrenar para ordeñe por la misma época. De acuerdo con estimaciones de Sola, para noviembre estaría todo listo, y la expectativa es que en diciembre se puedan probar los primeros quesos. "Estamos hablando de un proyecto inicial de 30 ovejas, lo que implica alrededor de 60 litros diarios" apuntó el veterinario, y recordó que -en promedio- "cada 100 litros de leche, se obtienen unos 17 kilos de queso".

 

Aristas

Una vez desarrollado el producto, la idea es, en una primera etapa hacerlo conocido en la zona. "Después, si tuviéramos cantidad, la tenemos vendida, en mercados como Buenos Aires, Tucumán y Mendoza; pero yo quiero crear primero acá la cultura de un queso distinto" plantea Sola, y luego señala que "no es un emprendimiento de tipo económico, sino más bien de filosofía de la empresa". "Las aristas más interesantes que yo le veo al proyecto son la educativa y ambiental, lo demás puede venir por añadidura" plantea.

 

Además de los aspectos productivo y ambiental, el proyecto tiene un objetivo fundamental, más vinculado con el plano educativo. Para eso -con el apoyo municipal- se buscará integrar el emprendimiento en el circuito turístico, y estará dirigido fundamentalmente a niños y jóvenes. "Yo quiero que cuando un chico vaya a la góndola de un supermercado, conozca el proceso y el sacrificio que hay detrás de ese producto y valore eso" afirma Sola.

 

Pero también la pretensión es que un proyecto de este tenor se pueda repetir en la zona. "De algún modo, mostrar un núcleo de producción que por ahí pueda ser un espejo para que otros también lo hagan", plantea Sola, quien confía en que de este modo sea una forma de promover la creación de empleos.

 

En resumen, se trata de un proyecto natural y novedoso en la zona que, una vez puesto a punto, servirá para además de producir, enseñar y preservar una especie amenazada como el algarrobo.

 

Pasturas

Si bien en buena parte la elección del algarrobo para asociar a las praderas del emprendimiento proviene de la intención de preservar esa especie, también tiene directa relación -explica Sola- con las características de simbiosis que existen entre las pasturas consumidas por el ganado ovino (como la cebadilla, el raigrás y el trébol blanco) con el algarrobo.

 

"Y sirve para preservar una especie que hoy se ve afectada por los desmontes, la idea es volver a los bosquecitos, es algarrobo en coincidencia con este proyecto y porque es una planta importante, pero también podrían ser otras, ya que creemos firmemente que hay que plantar árboles" apunta Sola. Por otra parte, "a la oveja le viene muy bien tener sombra en el verano", recuerda.

 

Apoyo

Recientemente -y tal como reflejara El Litoral- el intendente de San Carlos Centro, Jorge Placenzotti, hizo entrega de un subsidio a Carlos Sola, que fue gestionado a nivel provincial. El objetivo: promover el proyecto. En el mismo sentido, el municipio sancarlino acompañó el emprendimiento desde su inicio mismo, y se mostró muy interesado en la generación de iniciativas de este tipo.