ACTUALIDAD

ACTUALIDAD (12-05-2007)

Fuente: www.surenio.com.ar

SUPERALIMENTOS LÁCTEOS: ENTRE EL MILAGRO Y EL VERSO

Agrodiario desató un gran debate - Desde Tierra del Fuego llegan otras opiniones sobre los superpublicitados alimentos fortificados y suplementos vitamínicos.

 

El consumo de alimentos fortificados, suplementos vitamínicos y yogures infantiles ha ido aumentando en los últimos años. La industria láctea parece llevar la delantera en este sentido y con ello, a una gran porción del mercado consumidor gracias a fuertes campañas de marketing.

 

Pero cuán cierto es el milagro de las súper leches, yogures y demás alimentos. El Sureño de Tierra del Fuego consultó a dos especialistas.

 

Un yogur para el desayuno, una fruta y una botellita de leche con fermento en el almuerzo; por la noche, en lugar de algo dulce, un Danonino para el nene que llora. En más de una oportunidad uno puede encontrarse reemplazando las comidas diarias por un pote de alimento industrializado, recién traído de la góndola del súper.

 

«No es lo ideal, dentro de lo que se pueda en la semana hay que tratar de modificar, si uno no se puede preparar una vianda y llevarla al trabajo para comer al mediodía o por los tiempos está bien, como reemplazo, pero no todos los días», afirma Romina Imboden, nutricionista del Hospital.

 

Ocurre que Éste tipo de alimentos son una especie de parche y la opción más conveniente cuando ya no hay otra salida; pero no la solución permanente debido a que no contienen en igual medida los nutrientes necesarios para el funcionamiento del cuerpo.

 

«El día que no podés por ahí ingerir un alimento, está bien un yogur, unas frutas, pero no todos los días reemplazar el almuerzo que es una comida importante por este tipo de parches», coincidió Natalia Quevedo, en diálogo con El Sureño.

 

Últimamente, entre otros artículos, en diversas páginas de Internet se pueden leer notas con propaganda desfavorable en cuanto al consumo de productos mejorados de conocidas cadenas Lácteas.

 

Las profesionales por su parte declararon: «El Actimel, el Yakult son leches fermentadas, tienen un agregado de bacterias benéficas y lo que produciría con el consumo diario es un incremento de la flora benéfica del intestino y una disminución de la flora patógena, esa flora benéfica tiene un montón de funciones y entre ellas el disminuir la constipación, mejora el sistema inmune», explica Quevedo.

 

Romina Imboden agrega: «En niños internados en sala de pediatría, que son muy susceptibles a las infecciones, incorporando el Yakult se ve que la repuesta inmunológica es mucho más positiva, mejora el estado del paciente y hasta el momento no se conocen efectos nocivos, porque son todos alimentos nuevos; de acá a quince años puede pasar lo que pasó con los transgénicos, ¿ahora vos podés decir que un transgénico es bueno..?», duda la nutricionista.

 

Según antecedentes recientes y no tanto, esto es algo que se repite cada vez que un nuevo alimento, con propiedades especiales, es lanzado al mercado: «Pasó lo mismo con las margarinas que en su momento fueron furor, porque tenías una grasa vegetal que era igual que la manteca y no tiene colesterol, y ahora la campaña es margarina sin grasas trans, se comprobó que las grasas trans -que es lo que tienen las margarinas- sería el mismo efecto o peor que el colesterol de origen animal o sea de la manteca. A medida que el alimento va tomando terreno se va investigando cada vez más cosas, lo que se sabe hasta ahora de las leches fermentadas que sería el Yakult o el Actimel es que efecto adverso de tomarlo diariamente no hay, no se sabe qué puede llegar a pasar más adelante», expresó la nutricionista Natalia Quevedo.

 

Sin excesos

Lo recomendable, según profesionales de varias áreas de la salud, es siempre mantener un equilibrio entre lo que se consume y no atribuirle a este tipo de alimentos más bondades de las que realmente tienen.

 

«El tema son los excesos, tampoco vas a tomar diez yogures en un día porque tiene tal vitamina y mineral, lo que pasa de una alimentación equilibrada y variada no hay, entonces la industria compensa, es lo que pasa con las leches fortificadas con hierro; se trata de lograr que uno cumpla con la ingesta diaria de minerales o nutrientes que son indispensables para nuestro organismo», advirtió Imboden.

 

Quevedo agregó: No significa que no hay que incorporarlos o esperar quince años a ver qué dicen las investigaciones, se pueden incorporar obviamente con un equilibrio. Vos podés cubrir estos requerimientos de otras formas».

 

Según ambas especialistas es claro el ejemplo del hierro: «Como en la carne no hay», afirma Imboden.

 

El mito de los suplementos antioxidantes

Extractos de té verde. Vitamina C efervescente. Beta caroteno. Selenio. Altas dosis de vitamina E. Extracto de corteza de pino. Saliva de abeja. Nos hemos vuelto devotos de los antioxidantes. Pero, ¿nos están ayudando en algo?

 

Pueden adquirirse sin receta y en cualquier farmacia o incluso otros locales también están los que vienen en catálogos y se entregan en la puerta de su casa. Pero, ¿qué opinan al respecto lo médicos?

 

Evidencia reunida en los últimos años muestra que, en el mejor de los casos, los suplementos antioxidantes hacen poco o nada en beneficio de nuestra salud. En el peor, pueden tener incluso el efecto opuesto al promover los mismos problemas que, supuestamente, tendrían que erradicar.

 

Romina Imboden es terminante con su opinión al respecto: «Como recomendable no es y menos sin prescripción médica. Tiene que estar recetado, no tendría que ser de venta libre y todos tendríamos que aprender a comer más sano, más saludable, con diferentes colores, diferentes alimentos para no llegar a eso, y cubrir una buena alimentación diaria, con la carne, con verduras, con los lácteos, siempre cuidando las cantidades, la grasa...».

 

Entre las derivaciones más frecuentes que estas dos nutricionista reciben se encuentran problemas de obesidad, aumento del colesterol, hipertensión y diabetes, ya que por el momento no están recibiendo pacientes en las áreas de la prevención, es decir aquellos que quieren equilibrar su dieta o mejorar sus hábitos alimenticios.