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ACTUALIDAD (20-06-2007)

Fuente: La Nación

La crisis energética: presión del Gobierno sobre las petroleras

Parcial marcha atrás con las subas en naftas y gasoil

Repsol YPF y Petrobras anunciaron que revocarían las alzas; Esso y Shell las mantienen

Dos horas le bastaron al Gobierno para revocar aumentos en los precios de los combustibles. Que en rigor ya conocía desde hacía varias semanas, pero que provocaron prácticamente un escándalo nacional al ser consignados ayer por LA NACIÓN. Repsol YPF y Petrobras volvieron entonces a los valores anteriores y anularon la medida que, por la mañana, a cinco días del ballottage en la Capital Federal, había hecho estallar al presidente Néstor Kirchner: alzas de hasta el 6% en la nafta y el gasoil. Shell y Esso, en cambio, mantendrán los precios.

 

Todo ocurrió desde bien temprano. Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior, y Cristian Folgar, subsecretario de Combustibles, casi hicieron caer de la cama a sus interlocutores petroleros apenas leyeron la noticia. A las dos horas, Repsol YPF afirmó que corregiría su decisión. Decisión que, en realidad, negó también haber tomado. Dijo Fabián Falco, vocero de la compañía, a Radio América: "YPF no ha aumentado los precios y, si hubiera habido algún ajuste en alguna estación realizada por algún operador, vamos a retrotraer los precios de manera tal que vamos a dejar la situación como estaba para nosotros, sin ajustes en los últimos días".

 

Petrobras emitió un comunicado. "Petrobras tomó las medidas pertinentes para que los operadores retrotraigan los precios a los valores anteriores". La estatal brasileña tomaba cierta distancia: dijo que emitía el texto a raíz de "informaciones periodísticas difundidas acerca de ajustes en el valor de nafta premium y gasoil producidos este fin de semana, y que acompañaron los movimientos de la competencia".

 

¿Mercado libre?

 

Esso y Shell, en cambio, seguirán con los precios aumentados (ver página 2). "No se puede negar que hayamos aumentado -dijo Tomás Hess, director de Esso-. Pero fueron casos aislados, en zonas del país en donde aumentó la competencia, y para no recibir una afluencia de clientes.

 

Lo que se hace es seguir los movimientos de la oferta y la demanda. También hubo algunas rebajas en otras zonas del país".

 

La primera conclusión que sacó ayer la industria petrolera fue una obviedad: convendría dejar de hablar, de una vez, de precios libres.

 

Aunque en Repsol YPF hayan explicado a LA NACIÓN que se trataba de "una decisión de política empresarial".

 

Este diario preguntó en un despacho del Gobierno si los precios estaban controlados. "No -recibió por respuesta-. Los precios son libres. No hay regulación. No hay una tarifa, como en otros sectores". Se le insistió al funcionario en una coincidencia cada día más recurrente: toda vez que una petrolera aumenta y esto se publica en los diarios, inmediatamente revoca su decisión. "Habrá que preguntarles a las empresas por qué lo hacen -contestó-. Quizá entendieron que esa lógica no tenía sentido."

 

En realidad, la conversación había empezado de otro modo. El funcionario negaba también las alzas: "No sé de qué aumento me habla, no hubo aumento. Así que mal podrían retrotraer las empresas subas que no aplicaron", había arrancado.

 

Pero los nuevos precios fueron constatados ayer por LA NACIÓN en una exhaustiva recorrida por estaciones de servicio de Repsol YPF, Shell, Esso y Petrobras, sin excepción. Y confirmados por representantes de las estaciones.

 

¿Por qué tan pocas certezas? ¿Qué había molestado tanto al Gobierno ayer, en la mañana de los discursos encontrados? En realidad, no exactamente los aumentos sino su difusión. Vale aquí una aclaración fundamental: en algunas compañías informan periódicamente a la Secretaría de Energía y a Moreno sobre absolutamente todos los movimientos de precios. Hace menos de dos meses, el propio Moreno le había exigido a Repsol YPF anular un incremento del 10 por ciento en la nafta premium. El secretario no pidió que se suspendiera la medida completamente, sino de manera parcial: exigió que la suba fuera del 5%, la mitad. Moreno no desconocía, pues, la decisión.

 

Pero la rigurosidad de los hechos no era, al menos ayer, el valor más buscado. A eso apuntó la queja de Luciano Miguens, presidente de la Sociedad Rural Argentina. "El aumento del gasoil concretado y luego rectificado es en realidad el sinceramiento de un incremento que se viene dando en forma encubierta en distintos puntos del país", dijo, y agregó que, por cada centavo que subía, el costo del agro en ese insumo se encarecía 42 millones de pesos.