domingo, 15 de julio de 2007 17:25:49

 

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ACTUALIDAD (15-07-2007)
Jorge Lanata
La plata, antes del baño
La ministra Felisa Miceli deberá responder ante la Justicia por “lavado de dinero” y “sustracción u ocultamiento de documento público”
La ministra Felisa Miceli deberá responder ante la Justicia por “lavado de dinero” y “sustracción u ocultamiento de documento público”. Fuentes de la investigación aseguraron a PERFIL que la situación de Miceli es cada vez más comprometida y excede el “mínimo estado de sospecha” previsible en una primera etapa del proceso.
 
-Estamos juntando pruebas que ya ahora nos permitirían enfrentar un juicio -afirmaron.
 
La identificación del derrotero del lote 38057 Bco 30 resultó clave en este proceso que puede terminar, en breve, con un pedido de indagatoria a la ministra.
 
También lo fueron las declaraciones de dos de sus secretarias: una de ellas, María Teresa Barco, dijo bajo juramento:
 
-Hablé con la ministra y me ordenó que le consiguiera el acta.
 
“El acta” es la que identificaba el fajo del Central y una cantidad cierta de dólares americanos.
 
El subcomisario Hanna -volveremos sobre el tema más adelante- ya había declarado que le ordenaron volver con el acta al ministerio.
 
¿Felisa Miceli se robó el acta para evitar que se identificara el fajo?
 
El acta tampoco se encuentra en la CPU secuestrada del despacho.
 
Puede perderse la conciencia, la memoria o la compostura, pero nunca, en el mundo, se pierde el rastro del dinero.
 
Y es precisamente esa ruta la que compromete ahora, del modo más definitivo, a la ministra Felisa Miceli: la investigación judicial en curso está en condiciones de probar que el famoso fajo de cien mil pesos, termosellado y con la referencia del Banco Central, llegó al baño de la ministra por una ruta ilegal.
 
Las confesiones de los testigos ante el fiscal Marijuán y antes frente a su par Garrido transformaron las coartadas de Felisa en una endeble casa de naipes: ninguna de las agendas secuestradas en el allanamiento a su despacho mencionan visitas inmobiliarias; el jefe de la custodia -que fue despedido y reincorporado dos días después, a comienzos de semana- reconoció que le ordenaron volver sobre sus pasos y dejar el acta en Economía; Felisa negó la existencia de cajas fuertes pero guarda en una de ellas su pasaporte; no hay vínculo alguno entre su hermano Horacio y el dinero aparecido; y hace su entrada estelar en esta causa otro miembro de los Miceli: su hermana Adriana, asociada a personajes de dudosos movimientos.
 
EL TEMBLOR DE LA FALSIFICACIÓN
Hasta en las falsificaciones más perfectas, imposibles de detectar, existe un pequeño error -escribió Patricia Highsmith (1921-1995, creadora del inolvidable estafador Tom Ripley). Aquel temblor de la falsificación nace de la soberbia, de la confianza excesiva o del miedo del impostor. Un pequeño temblor en la traza de un círculo perfecto.
 
El acta supuestamente verdadera que da cuenta del hallazgo de la bolsa tiene, precisamente, un solo error entre sus 291 palabras.
 
Y el error está al lado de la pista más importante, la que permitió ahora revelar el rastro del dinero. “UNA (1) bolsa de papel madera color marrón, la cual en su interior contiene UN (1) envase (fajo) serrado y sellado indicando lote 38057 Bco 30 con la suma de “millar de $ 100”. “Cerrado” está escrito con “ese” en lugar de “ce”.
 
El lote 38057 salió del Banco Central el 21 de mayo de 2007 con destino a la financiera Caja de Crédito Cuenca. En el mismo envío iban otros cuatro lotes por cien mil pesos cada uno.
 
El dinero fue transportado por Juncadella, y está probado que llegó a destino. Miguel Rutenberg y Rosario Abatte, presidente y gerente administrativa de la financiera Cuenca, reconocieron bajo juramento haber recibido ese lote, pero explicaron que del 21 de mayo al 4 de junio no salió de Cuenca ningún monto igual o mayor a cien mil pesos.
 
Para decirlo de otro modo: nadie retiró, en mano, aquel paquete termosellado de la bolsa. Cuenca tiene, según afirmaron a PERFIL diversas fuentes de la City, una mesa de dinero por fuera del circuito financiero. El Banco Central denunció a Cuenca por este delito, y la causa se tramita ante un juzgado de San Martín.
 
La gerente Abatte aseguró que en sus registros no figuran como clientes ni Felisa Miceli, ni el Pacha Velazco, ni Horacio Miceli ni su esposa.
 
Ninguna de las empresas del entrepreneur Horacio Miceli (aérea, laboratorios y espectáculos de tango) figura tampoco vinculada a Cuenca.
 
Sin embargo, la ministra aseguró en diversos reportajes que el dinero le fue entregado en mano por su hermano Horacio, y por eso lo había llevado al baño del ministerio, para “bancarizarlo”.
 
De modo que el lote 38057, termosellado y sin abrir, con la indicación “millar de $ 100” y el logotipo del Central salió de allí, subió a un camión de Juncadella, llegó a las oficinas que Cuenca tiene en Calle 99 número 456/77 de Villa Lynch, partido de San Martín, y quince días después llegó solito al baño de Felisa. En cualquier caso, aunque pudiera demostrarse que el paquete es mayor de edad y viajó solo, el dinero pertenece a una operación fuera del circuito legal, y Felisa guardaba en su baño el producto de esa operación.
 
No hay duda alguna de que el paquete termosellado descubierto entonces en la bolsa era ése y no otro: el fiscal Marijuán citó a los cuatro testigos presenciales del hallazgo en el Banco Central para que identificaran el fajo.
 
Tanto el mayordomo Miguel Lezcano como el subinspector Rodrigo Palo, el cabo Isaías y la secretaria de Felisa, María Elina Guchea, vieron por separado tres fajos de cien mil pesos: uno de otro banco, uno del Central y otro de la Casa de la Moneda, y reconocieron el del BCRA.
 
Las secretarias de Felisa que pasaron esta semana por la fiscalía agregaron un elemento nuevo: la ministra sabía de la existencia de una caja fuerte, al punto de pedirles que guardaran allí su pasaporte.
 
La caza de brujas desatada por Felisa en el ministerio para indagar cómo se filtró la información de la bolsa hizo eclosión el pasado domingo a la noche: ese día la ministra les comunicó a sus cuatro custodios que estaban despedidos.
 
Los cuatro policías, que llevan más de diez años en funciones protegiendo a los ministros de Economía, serían reemplazados por subalternos con muy poca experiencia.
 
El lunes los despedidos se dedicaron a rumiar su bronca.
 
El martes, inexplicablemente, Felisa les pidió disculpas y los reincorporó. El jefe de los despedidos, subcomisario Hanna, ya había declarado ante Manuel Garrido: una hora después de haber salido del Ministerio de Economia aquella mañana de la bolsa, recibió la orden de su superior inmediato de regresar y devolver el acta.
 
Así lo hizo, en medio de lo que describió como una insoportable tensión nerviosa.
 
El fiscal cree que aquella acción puede encubrir un delito.
 
GRUPO DE FAMILIA
El viernes, en Radio del Plata, Verónica Castañares leyó el mensaje entre el fárrago de llamados telefónicos y mails: “La bolsa de Felisa era una coima del Banco Hipotecario por un trabajo que una señorita hizo para la financiera Cuenca. Cien mil fue la parte que le tocó a Felisa pero salieron trescientos mil en total, que se dividieron para otras partes”.
 
Después, leyó otros quejándose de la falta de GNC, y alguno de los indultos, y el mensaje sobre Felisa quedó sepultado por lo efímero de la radio.
 
La búsqueda en los pasillos del Banco Hipotecario hizo que este equipo diera con un nuevo personaje de este drama: la arquitecta Adriana Miceli, hermana de la mujer de la bolsa.
 
Por el Decreto 1564/2006, la ministra Miceli designó como directores titulares del Banco Hipotecario en representación del Estado al arquitecto Jaime Armando Grinberg y al contador Jorge Luis March, y ambos fueron puestos en funciones el 4 de mayo del año pasado.
 
March, hombre de la industria farmacéutica, mantiene una cercana relación con el Hermano Horacio (Miceli).Y Grinberg era entonces socio de la Hermana Adriana (Miceli) en el estudio Grinberg, Dewek e Iglesias.
 
El animus societatis entre Grinberg y Adriana se potenció con el desembarco de Grinberg en el directorio del Hipotecario.
 
El 8 de mayo ella lanzó una nueva empresa llamada Sustentarq (puede consultarse su página web: www.sustentarq.com.ar). Así las cosas, Sustentarq tomó entonces el control del Plan Casa Propia, del Banco, que decide contratar una empresa de uno de sus directores y de la hermana de la ministra de Economía.
 
Los vínculos de la Hermana Adriana con el Estado son diversos: remodeló el edificio de la AFIP, construye el Polo Educativo Saavedra, con cuatro escuelas, y es titular del Proyecto del Corredor Verde Oeste, una franja de once kilómetros de extensión entre las estaciones de Once y Liniers.
 
“Sustentar crece”, se enorgullece en la página web Adriana Miceli, anunciando que pronto tendrán nuevas oficinas en el Microcentro, frente a la Plaza Roma, pegadito a Puerto Madero.
 
El otro director amigo, Jorge Luis March, fue el último que -según la agenda oficial- vio a Felisa aquel día en que la bolsa quedó en el armario del baño. La Justicia se pregunta si fue él quien llenó el contenido de billetes cambiados en la mesa de dinero negro de Cuenca, con lo que bien podría ser una coima pagada con un cheque a terceros.
 
INVESTIGACION: J L /LUCIANA GEUNA.
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