ACTUALIDAD |
- Diciembre de 2006.
- ACTUALIDAD
(19-12-2006)
- Gentileza Dr. Luis Escobar
- "ALGO HUELE A
PODRIDO EN FRAY BENTOS"
- ESCRIBE JOSÉ PABLO
FEINMANN EN EL DIARIO PÁGINA 12
- "O ESTO LO RESUELVE UNA JUNTA DE PAÍSES LATINOAMERICANOS
O GANA BOTNIA, GANA EL BANCO MUNDIAL, GANA EL ALCA Y, MUY
PRONTO, HABRÁ, AUNQUE NO LAS HAYA, CÉLULAS DE HEZBOLÁ EN LA
TRIPLE FRONTERA. ES EL PRÓXIMO PASO".
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- Si Hamlet, en su monólogo, se queja de las dilaciones de la
Justicia, ¿cómo no ver que en esta cuestión de las pasteras
la Justicia no sólo se dilata sino que amenaza con no asomar su
rostro? Hamlet, envuelto en las telarañas de crímenes que
azotan el reino de Dinamarca, agobiado por las culpas evidentes
de culpables impunes, dice su (célebre) frase: “Algo huele a
podrido en Dinamarca”. Todos saben que algo huele a podrido en
Fray Bentos. Lo saben los intelectuales argentinos que hacen
circular una solicitada que pronto publicarán. Suponemos que
algo ayudará. Lo suponemos porque algunos de sus puntos de
vista son irrefutables. Por ejemplo: “El Uruguay y la
Argentina forman parte del Mercosur, el más avanzado proceso de
integración alcanzado por nuestra región, destinado a afrontar
los desafíos de la globalización y a fortalecer un horizonte
de reformas progresistas necesario para cambiar el duro paisaje
social que aflige a nuestros países”. El Mercosur está en
peligro de extinción con la papelera de Fray Bentos. Pero -no
podemos no saber éstos son muchos los enemigos del Mercosur y
son muchos los que festejarían su fracaso. Entre ellos, la
papelera de Fray Bentos, que es una empresa multinacional.
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- Que, además, recibió apoyo del Banco Mundial, cuyo
presidente, Paul Wolfowitz, es un hombre del esquema
internacional y bélico de los Estados Unidos (pues el esquema
que Estados Unidos tiene, hoy, del “mundo” es un esquema de
guerra, de guerra de prevención, es decir, de guerra en estado
de latencia permanente). Paul Wolfowitz no tiene ningún
interés en que el Mercosur se consolide. Debe estar más que
satisfecho presenciando el deterioro de esa entidad que
globalizaría a los países de América latina en una política
de independencia. Wolfowitz apoya a Botnia porque Botnia, si
triunfa, significaría la derrota del Mercosur y el consiguiente
triunfo del ALCA. Esto también se juega en Fray Bentos. Desde
este punto de vista, la “inocencia” de la pastera
finlandesa, su defensa de su mero interés “técnico”, se
revela en lo que tiene de oculto. Todo huele mal aquí. No sólo
las pudriciones con que la pastera castigará las narices y los
pulmones y la vida en general de la gente que tenga la desdicha
de habitar en sus adyacencias. Botnia es la avanzada en la
destrucción del Mercosur. No digo que lo haya sido siempre.
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- Pero, en política, los hechos van tomando formas
diferenciadas y cada vez más complejas a medida que se
desarrollan. Lo que era una simple empresa que se instalaba en
un pequeño país sudamericano, hoy (por medio del apoyo del
Banco Mundial y, por consiguiente, de los Estados Unidos) se ha
transformado en la herramienta más eficaz para demostrar que el
Mercosur es imposible.
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- “No es viable”, según se suele decir. Este espectáculo
de dos países agarrándose a patadas por una pastera
finlandesa, esta imagen de enfrentamiento irresuelto entre
Argentina y Uruguay revela que el Mercosur, en manos de “bárbaros
latinoamericanos”, es imposible. Estas cosas las tienen que
manejar los países líderes de la comunidad internacional. Los
pequeños feudos de América latina no tienen aún madurez
política para llevar a cabo algo que Europa ya hizo. Así
piensan, así razonan, así no lo dirán pero en base a estas
convicciones actúan. Como dice el texto (solicitada de
intelectuales) a que hago mención: “Hoy está puesta a prueba
la voluntad política de ambos gobiernos para evitar que una
involución hacia la xenofobia malogre la amistad histórica
entre nuestros pueblos y esta perspectiva común”. Una
solicitada es una expresión de deseos: algo debiera ser hecho
de una manera y no de otra.
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- Es cierto lo que dice el texto en relación con “la voluntad
política de ambos gobiernos”. Se trata de que adviertan que
aquí está en juego un proyecto de integración y hasta de
unidad política de América latina, frustrado una y otra vez
desde los orígenes de nuestra historia independiente, contra un
proyecto de “libre comercio” que pondrá una vez más la tan
meneada “libertad de comercio” a los pies del capital
transnacional. Uno ya está hastiado de decir estas cosas y le
dicen “marxista” cuando las dice o “populista” y pronto
le dirán “terrorista”, pero la cuestión puede explicarse
así: con el ALCA los negocios los hará Estados Unidos,
aniquilando con el poder de sus capitales “trans” los
balbuceos de un mercado latinoamericano que privilegie los
negocios entre nuestros países. Con el Mercosur los mejores
negocios los haremos nosotros y Estados Unidos no quedará “fuera”
de ellos pero no los manejará a su antojo. Cada país que
comercie con Estados Unidos (es un simple y, creo, contundente
ejemplo que ofrezco) deberá consultar con la comunidad
americana: si ese negocio lo puede hacer -en iguales o mejores
condiciones- con un país del Mercosur tendrá que hacerlo con
éste. Con el ALCA (bajo la mentira que nadie ignora de la “libertad
de comercio”) esos negocios se harán siempre con el amo del
Norte. El tiburón y los pequeños peces. Si los pequeños peces
no se unen el tiburón los devora. Quienes abogan por el ALCA
abogan por la hegemonía de Estados Unidos en América latina:
hegemonía comercial, económico-financiera y política.
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- Quiénes abogan hoy por el ALCA? La pastera Botnia y el Banco
Mundial. Y cualquiera que apoye el triunfo de Botnia en Fray
Bentos. Si Botnia triunfa en Fray Bentos el Mercosur se muere y
se impone el ALCA. Aquí está el centro del problema. El resto
es hojarasca. Esto es lo que huele a podrido en Fray Bentos. Lo
que menos se dice. No se trata de una lucha entre Argentina y
Uruguay: se trata de una lucha entre el futuro del Mercosur o su
derrota a manos del ALCA. Cada país deberá elegir qué hace.
Los aspectos secundarios no lo son: somos países de la
periferia, del Tercer Mundo (porque aunque el segundo mundo, la
Unión Soviética, se haya evaporado, el tercero, nosotros,
todavía existe), esa condición nos convierte en el basurero.
Nadie duda de que Botnia tiene otros lugares donde instalarse.
Nadie duda de que algún lugar tendrá, incluso, en la
mismísima Finlandia. Nadie duda, tampoco, de que si viene a
Fray Bentos es porque, aquí, en el basurero del mundo, es donde
quiere arrojar su pestilencia. Para ello trae mucho dinero y
sabe que un país latinoamericano siempre necesita dinero y
trabajo para los hambrientos que le crecen como la mala suerte.
Entre tanto, otro peligro (paralelo al que encarna Botnia) nos
acecha: Estados Unidos dice que “estaría actuando” una
célula de Hezbolá en la Triple Frontera. Es el costo de
debilitarse, señores gobernantes de América latina. Sigan sin
unirse, sigan arriesgando la consolidación del Mercosur y
pronto Estados Unidos encontrará guerrilleros debajo de
nuestras azoradas camas, o en el baño de nuestras casas o donde
se le antoje. (Ejercicio de política-ficción: ¿por qué no
decimos que hemos detectado células de Hezbolá en un pueblito
de Arizona y habremos de intervenir porque, sabemos, planean un
atentado en nuestro país, como ya hubo otros?) La mirada
crítica es totalizadora. Nada se entiende si no se totaliza. La
mirada crítica, la que relaciona los elementos de un conflicto
y los une en una síntesis que los totaliza y nos permite
entenderlos, diría aquí algo definitivo: entre la pastera de
Fray Bentos, que aniquila el Mercosur, y la “súbita”
aparición (aún, sólo aún, no confirmada) de militantes de
Hezbolá en la Triple Frontera hay una clara unidad. Los dos
hechos forman parte de una misma totalización: si América
latina se debilita, Estados Unidos puede apretar con su actual
política de agresión, la lucha contra el terrorismo. El Banco
Mundial del señor Wolfowitz y los poderes multinacionales que
lo apoyan saben lo que hacen.
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- Esos poderes confluyen en Estados Unidos, líder en la lucha
por el ALCA.
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- Esos poderes apoyarán a Botnia hasta el fin. La lucha sólo
podrían emprenderla, unidos, Argentina y Uruguay, con, además,
el respaldo de toda América latina. Debiera ser el primer acto
político del Mercosur.
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- Su acta de nacimiento: no, por el momento, a Botnia, férreas
condiciones para su instalación, una Junta Latinoamericana de
Control y, si se dictamina su poder contaminante, que se la
lleven a otra parte. Uruguay debiera entender que, a largo
plazo, le conviene más consolidar el MERCOSUR que recibir los
dólares de Botnia. Y Argentina, urgentemente, debe hacer
partícipe de este debate a todos los países de América
latina.
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- O esto lo resuelve una junta de países latinoamericanos o
gana Botnia, gana el Banco Mundial, gana el ALCA y, muy pronto,
habrá, aunque no las haya, células de Hezbolá en la Triple
Frontera.
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- Es el próximo paso.
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- Gentileza Dr. Luis Escobar
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